Hoy os traigo una receta que suele hacer mucho mi madre y que le quedan
buenísimos.
INGREDIENTES:
2 huevos
3 cucharadas soperas de
azúcar
1 sobre de levadura
½ vaso de aceite de girasol
2 cucharadas de anís engrano yo lo muelo
½ vaso de leche
1 limón (sólo su ralladura)
500 gramos de harina
1 chorro de aceite de girasol
para freír
Azúcar para rebozar
Canela en polvo
ELABORACIÓN:
Pelamos el limón, cuidando de que no lleve parte blanca, que daría
amargor.
En una sartén, añadiremos el aceite de oliva, y freiremos la corteza de
limón. Para aromatizar el aceite. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
En un bol grande, batimos los huevos, añadimos la leche y mezclamos.
Poco a poco vamos echando el azúcar, al mismo tiempo que mezclamos con unas
varillas. Finalmente, añadimos el aceite aromatizado y la levadura junto con el
anís molido. Mezclamos de nuevo y será cuando ahora iremos echando la harina
poco a poco
Primero mezclamos con un tenedor y más tarde, cuando se va haciendo más
gruesa, seguimos con las manos (espolvoreadas con harina).
Pasamos la masa a la mesa de trabajo enharinada y vamos amasando con
las manos. Añadimos harina si la masa nos la pide, hasta conseguir que sea
consistente, lisa y maleable.
Dejamos reposar la masa durante 2 horas. Reservamos.
Untamos las manos con un poco de aceite de girasol. De la masa, vamos
sacando bolitas, que luego damos forma de rosco, con un hueco en el centro.
Otra manera sería hacer un rulo y luego unir los extremos.
Ponemos a calentamos abundante aceite de girasol en una sartén alta. La temperatura debe de ser caliente pero en un
punto intermedio. Si está muy caliente se dorarán muy rápidamente pero estarán
crudos por dentro.
Con el aceite en su punto, iremos friendo los roscos de cuatro en cuatro, para no bajar
la temperatura.
Freímos los roscos sobre 8 - 10 minutos, dándole la vuelta varias veces,
para que se hagan bien por toda su superficie.
Iremos retirando los roscos, y los colocamos en una plato o fuente con
papel de cocina, para que absorba el aceite sobrante.
Seguidamente, antes de que enfríen del todo. Los rebozamos en azúcar
blanco y canela para darle el toque final.
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